Historia del Tai Chi

Durante la Conferencia Internacional de Tai Chi, realizada en 1984 en Wuhan, el Maestro Wu Tu Nam dictó  una ponencia, en la cual sostuvo: “cuándo aparece el nombre de Tai Chi y quién fue su creador son los temas fundamentales en torno a la Historia de esta disciplina. Hay diversas opiniones y teorías que buscan dar una respuesta y esto es positivo porque estimula la investigación”.

La versión que vamos a dar corresponde a la que suscribió el Gran Maestro Wu Tu Nam, después de una vasta investigación de muchos años y que aparece documentada en el “Estudio del Tai Chi Kong del Clan Song, Origen y Ramas”, editado en 1916 por el erudito Song Shuming. Wu Tu Nam trabó contacto en 1908 con otro texto llamado “Manual de Tai Chi Kong, Origen y Ramas” que es muy similar al anterior. Él mismo preparó un manuscrito que fue destruido en tiempos de la Revolución Cultural.

El primer testimonio data de la Dinastía Sur y Norte, dice que Chang Lin Si practicaba el Tai Chi Kong. Este era algo como el alcalde en la provincia de An Huei, practicaba y enseñaba este arte a su gente, y mantuvo a la provincia bien defendida en tiempos de guerra y resguardada de los bandidos en tiempos de paz. Se informa que a su vez aprendió de Han Hong Yie (dinastía Liang) y para atrás ya no hay más datos escritos.

En la dinastía Tang (618-907) hay referencias de Hsu Tsien Ping, también de An Huei. Este Maestro vivió  como un heremita, de barba y pelo largos, alto y corría como un caballo. Solía vender leña en el mercado y cantaba este poema suyo: “En la mañana cargo leña para vender/ En la tarde compro una garrafa de vino para llevarme a casa/ si me preguntan dónde está mi casa/ Está arriba, en la cumbre verde, más allá de las nubes”. Hsu Tsien Pin practicaba treinta siete posturas, y sus movimientos eran continuos como un gran río, lo llamaba Tai Chi Kong del Puño Largo. Se dice que aprendió de Yu Huang Tse, de la misma línea de Chang Lin Si.

Durante la dinastía Tang también hay referencias de Li Tau Tzu, quien vivió en la montaña Wu-Tang. Se recuerda que este Maestro no comía nada cocido, sólo un poco de salvado de trigo diariamente. Nombraba su arte como Tai Chi Kong del puño del Cielo Anterior (ésta es una referencia al primer ordenamiento de los ocho trigramas, Pa Kua) o también del Puño Largo y constaba de las mismas treinta y siete posturas. Este  Maestro es muy venerado porque conecta la tradición del Tai Chi Kong con la montaña Wu-Tang, que hasta el día de hoy es un lugar de peregrinaje muy respetado entre los cultores de este Arte.

Durante la dinastía Song (960-1279) es importante el nombre de Chang Mi, un funcionario público de alto rango, un erudito y gran conocedor del “I Ching”. Escribió un libro donde traza la Historia del Tai Chi hasta Han Hong Yie, también afirma que “Quien no domina el ‘Libro de los Cambios’ (el ‘I Ching’) no puede entender el Tai Chi Kong. Uno debe meditar mañana y tarde en el ‘Libro de los Cambios’, entonces brilla la comprensión, en la mente, que trasciende el simbolismo; así surge el misterioso saber que sólo uno conoce”.

En la dinastía Yien (1279-1368) surge el Gran Maestro Chang San Fon, tan famoso por su aporte que suele pensarse que es el fundador del Tai Chi. Fue un erudito que luego de ejercer funciones públicas se dedicó a la búsqueda de la longevidad y de la Plenitud. Finalmente conoció a un Taoista llamado Fo Lung Chuen Ren quien le enseñó Tai Chi en la línea de Hsu Tsien Pin. Chang San Fon tenía 67 años cuando comenzó a practicar Tai Chi y a los 80 se fue a enseñar a la montaña Wu-Tang. Escribió el “Tai Chi Chuan Ching” que es un Clásico de la tradición literaria, puesto que en él describe la esencia de la práctica del Arte.

Wang Chong Yie de la dinastía Ming, seguidor de Chang San Fon llevó el Tai Chi a la provincia de Ho-nam y escribió otro Clásico, el “Tai Chi Chuan Lun”. De ahí va de generación en generación hasta la dinastía Ching.

Chang Fa de la dinastía Ching, era oriundo de Ho-nam pero hacía negocios en San Tsi, de tal modo que cada fin de año volvía a su tierra natal a visitar a su madre. En cierta ocasión, cuando hacía este viaje de regreso, pasó por la aldea Chen Chia Kuo y vio a la gente practicando un estilo duro de Kong Fu, llamado Pau Chwe. Viendo tanto despliegue -pensando para sí que no era inteligente perder tanta energía en una pelea- soltó una risotada. Esto molestó al instructor, un hombre fuerte y musculoso llamado Chen Chang Sing (1771-1853), Chang Fa consciente que había sido descortés optó por correr, Chen Chang Sing lo persiguió y cuando estuvo cerca suyo, este se volteó poniendo sus ojos en su perseguidor quien, sin tocarlo, salió disparado unos metros. Chen Chang Sing captando la tremenda fuerza interior de su oponente, se arrodilló pidiéndole que le enseñara. Chang Fa quiso probar su sinceridad y le dijo que volvería en tres años a enseñarle siempre y cuando tomara cada mañana unas piedrecitas y cada noche cortara ramas de los árboles, y que las almacenara separadamente. Al cabo de tres años aprobó la tarea encomendada y le explicó que lo había exigido por dos razones: primero para probar su sinceridad  y segundo para que con la acción de recoger piedras soltara la mala energía acumulada en la cintura y al cortar ramas relajara el cuello y los hombros. De esta forma Chen Chang Sing fue aceptado como discípulo de Chang Fa y también fue expulsado de su pueblo.

Yang Lu Chan (1799-1872) de la dinastía Chin, quien fue discípulo de Chen Chang Sing, es de los Maestros más famosos de Tai Chi. Comenzó aprendiendo para sanar un grave problema de estómago y terminó siendo la más célebre autoridad del Arte Marcial en el Imperio Chino. Yang Lu Chan era oriundo del condado de Ion Nien, donde regresó luego de estudiar Tai Chi con su Maestro, ciertas circunstancias de las Artes Marciales lo llevaron hasta la casa Imperial en Beijin, donde llegó a ser el Instructor Jefe luego de probar su técnica superior frente a los mejores exponentes de las Guardias de Palacio. Esto le valió el sobre nombre de “Yang sin igual” (Wu ti) y gracias a su reputación el Tai  Chi logró gran fama. Sus hijos, Yang Pan Hou (1837-1892) y Yang Chie Hou (1839-1917), continuaron con la fama de su padre. Su nieto Yang Sao Hou (1862-1930) -quién alcanzó a recibir instrucción directa de su abuelo y, por cierto, de su padre y tío- heredó el conocimiento completo de la tradición de Tai Chi Kong, y dado que tuvo que enfrentar muchos desafíos en el Arte Marcial, desarrolló una técnica superior que impactando los órganos internos, terminaba enseguida el enfrentamiento. Esto le valió el sobre nombre de “Yang hace salir sangre por la boca”.

El Maestro Wu Tu Nam (1884-1989) nació  en Beijin en el seno de una familia mongoliana de oficiales de la dinastía Chin. Nació muy débil y fue atendido por el médico jefe de la familia real, padecía de asma y epilepsia entre otros males. Al cumplir 6 años, su médico le recomendó el Tai Chi para prevenir su propensión a las enfermedades. Su primer Maestro fue U Tshien Tshen, (hijo del fundador del estilo U de Tai Chi) con quien aprendió durante ocho años. Luego éste Maestro le recomendó el Maestro Yang Sao Hou para que siguiera perfeccionándose en el Arte, estudiando a  su lado durante cuatro años más. Llegó a dominar la técnica Lin Kong Chin que consiste en superar al adversario sin necesidad de tocarlo. Wu Tu Nam era un erudito, profesor de Historia y Psicología en la Universidad de Nam King, además de médico tradicional chino, arqueólogo y antropólogo. Aunque no era un profesional de las Artes Marciales, escribió varios libros sobre el tema: “Ciencia del Tai Chi”, “Tai Chi y el conocimiento de la longevidad”, “Tai Chi en relación a la Sicología”, “Artes Marciales Chinas”, “Tai Chi con sable”, “Tai Chi con espada” entre otros estudios. Legó su conocimiento a dos discípulos herederos, los Maestros Ma Yu Chin, de la China Continental, y Sim Pooh Ho fundador de la Academia Mundial de Kong Fu Nam Wah Pai.